Energy bunker, Hamburg
La antigua torre de artillería antiaérea se ha convertido en el símbolo de la sostenibilidad de la IBA de Hamburgo. El monumento, que apenas se había utilizado desde el final de la guerra, ha sido renovado y ampliado para convertirse en una central de energía renovable con almacenamiento de calor a gran escala. El bunker ofreció protección a la gente durante la Segunda Guerra Mundial, pero, con sus torres antiaéreas, también formó parte de la maquinaria de guerra alemana. En 1947, el interior del edificio fue completamente destruida por el ejército británico. Sólo el esqueleto externo,con paredes y suelos de varios metros de espesor, permaneció casi completamente intacto.
En el corazón del proyecto hay una unidad de almacenamiento de calor de gran tamaño. Con una capacidad de 2 millones de litros, es el centro de toda la innovación. Está alimentado por el calor de una planta de biometano, un horno de leña instalación y la planta de energía solar térmica, junto con el calor residual de una planta industrial adyacente. La unidad de almacenamiento conduce a una gran reducción en la capacidad de generación, de 11 a 6,5 megavatios, y hace posible un uso económico de energía renovable. De cara al futuro, el búnker de energía está destinado a suministrar calor y electricidad al área Reiherstieg de la ciudad de Hamburgo, incorporando la energía renovable a la red eléctrica. El búnker de energía suministrará 22.500 megavatios hora de calor y cerca de 3.000 megavatios hora de energía, lo que corresponde a las necesidades de calor de 3.000 hogares y de energía de 1.000 hogares. La reducción de CO ² se situará en el 95 %, es decir, aproximadamente 6.600 toneladas de CO ² al año. Como central eléctrica local, el búnker de la energía es también un ejemplo de política energética descentralizada.
No sólo se ha empleado acero galvanizado para soportar la estructura externa de energía solar, también para la central eléctrica y el suministro de energía del bunker, escaleras y pasamanos.
La historia del búnker se documenta en una exposición abierta al público. Para completar la experiencia del visitante, la cafetería y terraza se encuentra a 30 metros de altura, ofreciendo una vista única de Hamburgo y del puerto.