En Berlín se encuentran dos propiedades adyacentes formadas por dos casas cúbicas casi idénticas, diseñadas por los arquitectos Schneider y Schumacher, de Frankfurt. Los techos en voladizo crean ambientes independientes en los que relajarse al aire libre. Para protegerse de miradas indiscretas, se diseñaron perfiles en U galvanizados en caliente y recortados de manera parcial. De este modo, el interior se extiende hacia el exterior y desdibuja los límites existentes entre el hogar y el jardín. Las superficies galvanizadas también reflejan la luz incidente, otorgando a la fachada profundidad visual, cambiando la apariencia iluminada por el sol de una manera llana y sencilla.