Los elementos de fijación galvanizados por inmersión generalmente tienen alrededor de 10 veces más zinc en la superficie que los electrozincados, siendo por tanto su uso recomendado tanto en interiores como exteriores y en todo tipo de ambientes corrosivos. No es infrecuente encontrar elementos de sujeción electrozincados en ambientes al aire libre, e incluso conectando elementos de acero galvanizado: su comportamiento es decepcionante porque su durabilidad es mínima. De hecho, algunos regueros de óxido que nos encontramos en las señales de tráfico provienen no del acero galvanizado, que se mantiene óptimo durante décadas, sino de los tornillos electrozincados que se han utilizado para sujetar las señales a los postes y que al cabo de un año (dos, a lo sumo) ya están oxidados.