- Obra: Edificio Comercial y Administrativo "JUSA"
- Situación: Burlada, Navarra
- Autores:
José Javier Esparza Unsain y
Mariano González Presencio - Promotor:Jesús Unsáin S.A. (JUSA)
- Constructora: Construcciones ECAY
Dos son los condicionantes principales que orientan este proyecto y que a lo largo de su desarrollo de diseño se mantuvieron como referencia principal decisoria. Por un lado, la consideración que merece la singular ubicación del edificio (próximo a un importante nudo de comunicaciones rodadas) y la característica configuración geométrica del solar en el que se sitúa, en un lugar muy transitado con extraordinaria visibilidad. Por otro lado, el destino funcional del edificio y la superposición de usos que presenta.
La difícil geometría del solar es el resultado de la ordenación industrial de un resto de suelo urbano en el municipio de Burlada cuya forma era sensiblemente triangular, donde se ofrece una especie de proa al visitante que accede desde el principal vial circulatorio. Se optó por una solución que enfatizase la autonomía del edificio respecto al resto, manifestando su posición singular y avanzada. El proyecto optó así por la aparente colmatación del solar. De esta opción hubo de surgir un edificio macizo, irregular, con frente curvo trazado hacia las esquinas de un triángulo escaleno.
El uso de la planta baja demandaba visibilidad desde el contexto urbano, una percepción unitaria del establecimiento, facilidad de acceso, posibilidades de rotulación exterior y opacidad y neutralidad en los cerramientos. La planta primera alojará, cuando el promotor lo decida, servicios administrativos y comerciales. SU volumen es diáfano y luminoso en el interior, contorneado discretamente por una terraza perimetral que aporta protección frente al entorno urbano y dinámico.
El edificio finalmente se materializó en contornos redondeados, sin aristas, con vocación aerodinámica en atención al dinamismo del flujo de vehículos; en fachadas ventiladas con recubrimiento de chapa, cual piel homogénea con adaptabilidad a los distintos contornos e impregnación de una cierta nostalgia industrial; y con fachadas de acristalamiento translúcido adaptadas a la directriz curvilínea.
El resultado de todas estas decisiones ha sido la erección de un edificio de marcada horizontalidad, que exhibe la superposición de usos mediante un tratamiento diferenciado y casi contrapuesto entre las dos plantas, que confronta opacidad frente a transparencia. Las fachadas son de acero galvanizado, y este material se emplea profusamente en la carpintería exterior, los falsos techos y los trabajos de metalistería.
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