- Obra: Centro Deportivo y de Ocio en Langreo, Asturias
- Situación: Langreo, Bº de la Felguera, Asturias
- Promotor: Principado de Asturias
- Autor: Javier Pérez Uribarri (ACXT)
- Colaboradores:
Fernando Ortega Platel, Marina Durán, Borja Boraita, Inés Lópze Taberna, Ibón Ibarlucea, José Sáenz de Argandoña, Luis Rojano, Ziortza Bardeci Guinea, Juan Dávila - Estructura: NATEC Ingenieros
Ingeniería: IDOM - Constructora: OCA, S.A.
- Fechas:
Proyecto: 2003 - 2004
Ejecución de la obra: 2004 - 2007 - Superficie construida: 10.052,38 m2
- Fotografías: Carlos Casariego y Kike Llamas
Langreo, en Asturias, es la capital de la minería del carbón en España, un conglomerado muy denso rodeado de montañas en el que se entremezclan viviendas, edificaciones industriales, pozos mineros, grandes torres de refrigeración, central térmica, etc. Un casco urbano serpeteante junto al río Nalón.
En Langreo se tiene la impresión de que hay poco suelo libre: la fuerte orografía, la antes pujante industria, y las viviendas de todos aquellos que en sus días de gloría encontraron trabajo en ella, lo llenan todo. La propuesta formula un nuevo paisaje en lugar de un nuevo edificio, minimizando el impacto de su volumen, ocultándose, jugando con las fuerzas tectónicas que actúan sobre el valle plegando el terreno. Se trata, así, de una composición de pliegues, de olas verdes, en el que cada una se correlaciona con los distintos espacios interiores: la piscina, una cancha polideportiva susceptible de ser utilizada también para conciertos, gimnasios, etc.
El espacio arquitectónico es un solar con forma de "L": un espacio constreñido, y con cierto carácter de trasera, entre los dos barrios mas relevantes de Langreo: Sama y La Felguera. Es un espacio cuyas lindes son una vía utilizada por Cercanías de RENFE, un cuartel de la guardia civil, el Río Nalón y el campo de fútbol del equipo local. Y en todo ello, el impacto visual de un importante nudo de carreteras: la salida de Sama a la autopista corredor del Nalón.
La volumetría exterior es la expresión directa de las necesidades volumétricas interiores de los locales, con mas altura en la cancha polideportiva, mayor aún en la zona de gimnasia rítmica, más baja en la piscina pero más alta en la zona de saltos…
Mediante esta disposición logran distinguirse ahora tres colinas, que corresponden a una división del programa en sendas zonas diferenciadas: la cancha polideportiva multiusos (deportes, conciertos); el recinto de piscinas; y una zona con el resto de servicios generales, como las oficinas, las salas multiusos, la sauna, etc.
La estructura de la cubierta lo es todo. Se trata de una mezcla de tipologías. En las crestas destacan los perfiles laminados en caliente y curvados. En el resto, malla espacial tipo mero.
En la zona de las piscinas, donde el bromo y el cloro libre generan un ambiente corrosivo, la estructura de cubierta de malla espacial es galvanizada con posterior lacado al horno. Para asegurar una correcta protección de las barras se diseñó una perforación en las barras que permita la penetración del galvanizado en el interior de las barras. En el interior de las colinas domina el color negro y el verde. Grandes muros de bloque de hormigón, tipo rudolph, pintados de negro rinden homenaje a la cultura del carbón de las cuencas mineras. Negros en contraste con verdes (de tantos prados asturianos) así como ocres, amarillos y anaranjados.
El simbólico plegado de la capa superficial del terreno nos descubre los estratos y grandes masas carboníferas del subsuelo, como la propia playa de la piscina, pintada de negro: estamos en la capital de la minería del carbón de España.
En el interior, al igual que sucede en el las minas del entorno, se proyectan edificios dentro del edificio principal, como el volumen que alberga las oficinas. Forjados inclinados, como resultado de ese voluntarioso plegado del terreno, conforman los graderíos y los techos de los vestuarios. Para la ubicación de los equipos exteriores de las instalaciones se diseñaron una suerte de patios o fosos bajo la rasante, en las zonas en los que las cubiertas tocan el suelo. Así la cubierta queda completamente despejada y todas las máquinas quedan ocultas pero con una perfecta ventilación asegurada.