- Obra: Tinglados en el Puerto de Avilés
- Situación: Dársena de San Agustín, Puerto de Avilés, Asturias
- Autor: Sergio Baragaño Cachón
- Promotor: Arcelormittal, AGP
- Constructora: Conrado Antuña S.L., Arcelor Construcción
- Fotografías: Mariela Apolonio
Un emplazamiento privilegiado, en la Ría de Avilés, frente a la ciudad, en la dársena de San Agustín: un paisaje industrial, entre grúas y con la factoría de ArcelorMittal como telón de fondo.
Ante el rápido desarrollo de la ciudad, el nuevo plan para la Ría (Isla de la Innovación), y la presencia del edificio del premio Pritzker Óscar Niemeyer, se plantea el concepto de Tinglados: antiguas y sencillas construcciones portuarias destinadas al almacenamiento de material.
Surge la idea de los contenedores, una imagen portuaria presente en la retina de la gente. Los contenedores forman las fachadas y la cubierta, fragmentando el gran edificio en píxeles de color que tratan de integrar la obra de gran dimensión en el lugar, dotando a la zona de movimiento, de color y de una cuidada iluminación nocturna. La elección de la gama de colores no nace únicamente de la inmediata asociación con la imagen corporativa de la empresa, sino también de una intención de relación con los polígonos industriales que se encuentran en la zona y de tratar de utilizar colores que históricamente se han utilizado en la construcción de naves industriales, pero tratados y combinados de una forma diferente.
Sobre un zócalo oscuro, metálico, construido como si del caso de un barco se tratara, surge la torre: un sutil faro que se eleva entre el paisaje, dialogando con grúas y chimeneas y que rompe de nuevo la continuidad de la fachada. Este elemento alojará los logotipos de las empresas que utilizarán el edificio y sirve de límite con la cubierta, que se convierte en una quinta fachada del edificio y que sirve de referencia desde el aire a los aviones que aterrizan o despegan del cercano aeropuerto de Asturias.
Los Tinglados se construyen íntegramente con acero, tanto estructura como pieles exteriores, fachadas y cubierta. Así lo demanda el programa, la tradición del lugar y los usuarios del edificio. En la construcción de los Tinglados, se ha planteado una utilización lógica y racional del material y de la forma de construir. Todos los elementos son producidos en fábricas cercanas, cien por cien desmontable y reciclable, por tratarse de una estructura metálica atornillada, y un alto porcentaje de material reciclado en su composición, por encima del setenta por ciento, ya que se produce por el sistema de horno eléctrico. Se plantea una obra efímera que según el desarrollo de la ciudad, se pueda desmontar y trasladar a otro lugar, incluso cambiar el uso de la misma con el paso del tiempo.
Un edificio que evolucione, que se adapte a las necesidades de lugar, a la ciudad.
Un edificio dinámico, que dialogue con el entorno, con los barcos, con el mar…
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