Autonomía Estratégica Abierta, una cuestión de Estado

El otro día estaba escuchando a la Directora de la Oficina del Parlamento Europeo en España, Maria Andrés Marín, hablar de la importancia que se otorgó en la pasada reunión informal de Jefes de Estado o de Gobierno de la Unión Europea en Granada, a la Autonomía Estratégica Abierta.

De hecho, la Autonomía Estratégica de la Unión Europea ha sido una de las principales prioridades de la Presidencia española de la UE en 2023 Esta idea pretender dar respuesta a la amenaza que la dependencia de terceros países representa para la UE, puesta de manifiesto durante dos dramáticos eventos recientes, la pandemia del COVID-19 y la invasión de Rusia a Ucrania, pero sin caer en el proteccionismo, ni renunciar a los valores europeos de competitividad, sostenibilidad y cohesión. Por tanto, se trata de lograr la máxima autonomía en cuanto a los suministros en Europa, fortaleciendo la producción interna, pero sin renunciar al espíritu europeo de colaboración.

Foto de familia de la reunión informal de jefes de Estado o de Gobierno en Granada. Fuente: Presidencia española del Consejo

Es un verdadero cambio de paradigma, yo que llevo años trabajando para la industria española y he sido testigo del deterioro de su competitividad por la ausencia de verdaderas políticas de reindustrialización, he de reconocer que he vuelto a ilusionarme con este concepto.

Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y Vicepresidente de la Comisión afirmaba ya en 2020 que “los europeos deben tomar las riendas de su propio destino en un mundo cada vez más hostil.”  Y daba algunos datos escalofriantes: “El peso de Europa en el mundo está disminuyendo, hace treinta años representábamos una cuarta parte de la riqueza mundial y se prevé que en 20 años no representemos más del 11 % del PIB mundial, muy por detrás de China.”

Tras esta breve introducción me voy a atrever a aterrizar el concepto a la realidad de mi propio sector, que es común a muchos otros. La industria europea necesita ser más competitiva y para ello es fundamental que el acceso a los mercados internacionales se lleve a cabo en igualdad de condiciones. La industria debe descarbonizarse si, pero esto no debe mermar su competitividad frente al resto de la industria mundial. Necesitamos herramientas, como el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Cabrono (CBAM), el Reglamento que prohíbe la venta de productos elaborados mediante trabajo forzado, la Directiva sobre diligencia debida; Y necesitamos impulso, como el que pretende alcanzar el Reglamento de Zero Emisiones Netas o el de Materias Primas Críticas y otras ayudas nacionales y europeas que pretenden reforzar las capacidades de la UE en materia de producción industrial y tecnológica.

Estas propuestas inciden en:

1. La transición hacia la descarbonización debe hacerse de manera sensata y reflexiva, teniendo en cuenta las necesidades y capacidad tecnológica de pequeñas y medianas empresas. Para ello necesitamos medidas de apoyo a la transición y que eviten la deslocalización de la producción industrial a zonas del globo que no han asumido su responsabilidad climática.
   
   
2. Es imprescindible que las nuevas políticas de Productos de la Construcción y de Ecodiseño de Productos Sostenibles sean ambiciosas y refuercen los requisitos de durabilidad y análisis del ciclo de vida completo de los productos.
   
   
3. Es fundamental fortalecer el sector de la construcción de la Unión Europea e impulsar el cambio hacia la transición y la resiliencia climática. En este sentido apoyamos la propuesta de la Plataforma Construcción 2050, de creación de una Cumbre Anual de Alto Nivel para el Entorno Construido, que reúna a los responsables políticos para asegurar soluciones más circulares y que faciliten la transición.

El documento que recoge las Prioridades de la Industria del Galvanizado de cara a las elecciones europeas puede descargarse aquí: Priorities for the 2024 EU elections for the Batch Galvanizing Industry. The next EU Institutional Framework.