Los costes de producción del sector del galvanizado se han incrementado en 2021 de media en España un 31%
Carola Hermoso
jueves, 28 de octubre de 2021
El incremento de precio de las materias primas y de los costes energéticos han formado la tormenta perfecta en el sector del acero galvanizado que, en el momento actual, está soportando un incremento del 31% en sus costes de producción.
Nuestra principal materia prima, el zinc, se está viendo seriamente afectada por dos vectores. El primero ligado al propio coste de producción en fábrica, donde los precios energéticos y de las materias primas auxiliares juegan un papel muy relevante. Por otro lado, el zinc es un metal especulativo que cotiza en el mercado de Londres (LME) y por tanto está afectado por argumentos financieros y de mercado de pura inversión y venta. Los paros de producción que se están empezando a extender en estas factorías de metales no hacen más que minimizar los stocks disponibles y por lo tanto aumentar su precio en bolsa.
Además, este sentimiento de escasez de producto en el medio plazo actúa como un disparadero de apreciación del metal. En el segundo semestre de 2020 la media del LME oficial estaba en el entorno de los 2.111 €/ton, parecida a la media del segundo semestre del 2019 situada en 2.139 €/ton. Sin embargo, en este mes de octubre de 2021 la media está ya en los 2.900 €/ton, con días de 3.002 €/ton y cuya media mensual crece diariamente para acabar en un entorno de los 2.940 €/ton, lo cual arroja una apreciación del 39 % solo en el zinc y lo que es peor, sin techo racional de volatilidad del producto.
Fuente: London Metal Exchange
El suministro de energía eléctrica es un dato de rabiosa actualidad, alcanzando máximos históricos de forma diaria y que afectan muy gravemente no solo al consumidor particular sino al gran consumidor industrial, provocando además un aumento lineal del coste de muchos servicios y productos. El aumento del precio del kilovatio hora eléctrico en 2021, hasta la fecha y según datos de OMIE, ha sido del 408%. Está situación ha provocado que determinadas comercializadoras hayan iniciado gestiones, con objeto de modificar la tarificación a sus clientes industriales de fija a variable en contratos recientemente firmados, lo cual ha provocado un aumento inmediato del coste eléctrico.
El suministro de gas natural tiene también un efecto demoledor en la producción de acero galvanizado. Una planta galvanizadora necesita mantener de manera permanente a 450 grados en torno a 500 toneladas de zinc fundido. A día de hoy no existe una tecnología alternativa al gas natural que sea verdaderamente fiable y eficiente para este tipo de hornos, que consumen de media unos 2,3 millones de kilocalorías a la hora. Desde enero de 2021, el € por megavatio hora en el mercado ibérico del gas se ha incrementado un 317,5%.
Fuente: MIBGas
Pero la subida del coste de la energía y las materias primas también está afectando a nuestros sectores auxiliares y a todos aquellos en los que el incremento del coste de los combustibles fósiles es un factor determinante. Recientemente el sector del transporte por carretera ha constatado un incremento de sus costes del 25%. Por su parte el INE, en su última estimación sobre los precios industriales indica una subida anual del 23,6%. Es de prever también que el proceso inflacionista que estamos sufriendo desembocará en incrementos salariales por revisión de los convenios, esto, en una industria como la nuestra que es intensiva en mano de obra, generará un nuevo incremento de costes.
Fuente: INE
Unido a esta tormenta perfecta se encuentra el encarecimiento del precio del acero, el cual ha provocado que un numero sensible de obras estructurales se hayan paralizado o retrasado sine die, afectando también seriamente a la demanda de productos galvanizados.
La situación es compleja y los indicadores actuales no reflejan una mejora en el corto-medio plazo. El sector del acero galvanizado se encuentra preocupado por las consecuencias de esta situación, así como por el riesgo de pérdida de competitividad y ralentización de la recuperación económica que supone tras la pandemia de la COVID19.